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Acostumbrados a ver solo adolescentes con “aparato” hace algunos años; en la actualidad, la ortodoncia es un tratamiento que se aplica a casi cualquier perfil de paciente que necesite corregir no solo un problema estético, sino dificultades en la mordida o la mandíbula. Esta extensión a una variedad mucho mayor de pacientes se ha visto impulsada, además, por los últimos avances en las técnicas aplicadas, mucho más cómodas y discretas.

Según la Sociedad Española de Ortodoncia y Ortopedia Dentofacial (SEDO), la ortodoncia es una especialidad odontológica que estudia, previene y corrige las alteraciones del desarrollo, las formas de las arcadas dentarias y la posición de los maxilares, con el ­fin de restablecer el equilibrio morfológico y funcional de la boca y de la caramejorando también la estética facial. La ortodoncia trata, reconduce, acomoda, encamina a cada paciente hacia su propia meta, haciendo que se reencuentre con su patrón de crecimiento y desarrollo, ajustando sus dientes y maxilares en el marco de su propia normalidad en un ensamblaje “armónico” de todas las piezas.

En líneas generales, la ortodoncia es necesaria cuando existe maloclusión dental, una anomalía por la que se da una alineación incorrecta de los dientes superiores e inferiores y que dificulta la mordida, la masticación y la correcta higiene dental y, en muchos casos, suele provocar incomodidad en el paciente a la hora de sonreír por cuestiones estéticas. Las causas de esta anomalía suelen estar relacionadas con la herencia genética, hábitos inadecuados, enfermedades dentales o la pérdida prematura de piezas dentales. Por ello, aunque es común aplicar tratamiento en niños, muchos adultos también lo precisan por dolencias desarrolladas con el tiempo o por accidentes. En el caso de los niños, aun es mejor optar por la prevención y comenzar a realizar seguimiento de su evolución dental con un ortodoncista a partir de los seis años.

Para establecer si un paciente precisa un tratamiento de ortodoncia y cómo aplicarlo, el ortodoncista define su modelo morfogénetico y examina los puntos en los que tiene origen los problemas de desalineación. Habitualmente, el especialista realiza un examen clínico preciso mediante radiografías panorámicas y laterales, moldes y fotografías intra y extraorales.

Entre los tipos de tratamientos, la ortodoncia puede ser:

  • Interceptiva: tratamiento que trata de evitar que puedan aparecer más alteraciones o frenar el empeoramiento de las existentes.
  • Correctiva: tratamiento que busca corregir una malocluosión consolidada causada por la falta de un tratamiento interceptivo o por una baja efectividad de éste. Dentro del grupo de los tratamientos correctivos, existen distintos tipos de ortodoncia:
  • Funcional: aparato que modifica funcional y estructuralmente y es indicado cuando se da la dentición temporal o mixta.
  • Removible: aparato que, aunque el paciente puede quitarse y ponerse, va firmemente sujeto a las piezas y resulta de gran utilidad para la expansión de maxilares y la corrección de “mordidas cruzadas”.
  • Fijo: el único aparato con capacidad para desplazar individualmente cada una de las piezas dentales hacia puntos de interés gracias a la colocación de brackets y bandas-

Como ves, existen muchas y distintas soluciones si tienes un problema de maloclusion dental. ¡Solo tiene que consultar con tu especialista! Y recuerda que no existen límites de edad para la ortodoncia.