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¿Qué vida útil tiene un implante?, ¿qué cuidados precisa para que dure el mayor tiempo posible?, ¿tiene riesgo de complicaciones?

Los implantes son una de las mejores alternativas de hoy día para recuperar la funcionalidad bucodental generada a consecuencia de la pérdida o deterioro de piezas dentales. Las últimas soluciones han avanzado de forma notable y logran devolver mucha más calidad de vida a los pacientes que lo que lo hacían las clásicas. Por ello, un correcto uso y una rutina para su cuidado marcarán la durabilidad de estas grandes aliadas. Las mismas dificultades que atraviesan los dientes son susceptibles de aparecer también en implantes, por lo que necesitan las mismas atenciones.

Las variables que intervienen en la disminución de riesgos y posibles problemas en implantes pasan, en primer lugar, por la planificación. Es importante estudiar en profundidad el caso para que la solución a adoptar se adapte perfectamente a sus necesidades concretas. Para ello, es indispensable buscar especialistas con una sólida experiencia y formación que conozcan con detalle las mejores técnicas quirúrgicas a aplicar.

La prevención es otra de las obligaciones para prolongar el uso de implantes dentales. Acudir cada seis meses al dentista asegurará el control de enfermedades bucodentales y la correcta evolución del implante. Además, se debe prestar atención a las alertas recibidas: el sangrado y el dolor continuado, la inflamación o la pérdida de funcionalidad son señales por las que no se debe esperar a la revisión bianual de rigor. En caso de observar un deterioro importante del implante, el especialista valorará la mejor solución al problema detectado: injertos, legrados e, incluso, la retirada del implante pueden ser algunas de las posibles soluciones para continuar con su correcto mantenimiento.

La higiene, indudablemente, es otro factor clave. La constancia, la frecuencia y la meticulosidad serán determinantes y ayudarán a prevenir posibles complicaciones causadas por infecciones y acumulación de bacterias. Asimismo, evitar la influencia negativa del tabaco actuará también en la reducción de posibles lesiones y en la acumulación de placa y sarro.

Si tienes un implante dental, aplica estas tres importantes buenas prácticas y comprobarás los resultados a largo plazo. Un implante dental debe devolver la funcionalidad de la pieza perdida al paciente sin que éste perciba que la tiene. Si el tuyo (o los tuyos) cumple esta premisa, estos consejos te ayudarán a disfrutarlo por mucho tiempo.