Las prótesis dentales son un tratamiento fundamental para ayudar a devolver la sonrisa y la funcionalidad de las piezas dentales a los pacientes, ya que su uso mejora tanto la salud bucodental como psicológica de muchas personas. Según las necesidades de cada paciente las prótesis dentales son fabricadas en diversos materiales y personalizadas según la boca y la mandíbula de cada individuo.
A pesar de que su uso cada vez es más común, las prótesis dentales siguen siendo un gran desconocido para la mayoría de personas, lo que provoca que se cree confusión en torno a ellas y falsos mitos sobre su uso. En EyD desmontamos algunos de ellos.
- Solo son para personas mayores. Cualquier persona mayor de 18 años puede necesitar una prótesis dental, ya que, a partir de esta edad, se da por concluido el desarrollo óseo. Es cierto que las personas que se acercan a la vejez suelen tener más problemas dentales graves que los jóvenes, derivados de la edad. Sin embargo, las prótesis también se utilizan en casos de pérdidas de piezas dentales por enfermedades o traumatismos que puede sufrir cualquier persona, independientemente de la etapa de la vida en la que se encuentre.
- Impiden comer con normalidad. Como cuando nos realizan cualquier intervención en la boca, las primeras semanas con la prótesis dental serán de adaptación. Habrá ciertos alimentos que no podamos masticar correctamente, sin embargo, con el tiempo la boca se acostumbra a la prótesis y no tiene por qué suponernos ningún impedimento para comer con normalidad.
- Afectan a la pronunciación. Al igual que con la comida, los primeros días o semanas podremos notar dificultades a la hora de pronunciar ciertas palabras, no obstante, con el paso del tiempo y la práctica volveremos a pronunciar sin problema.
- Duran para siempre. Al igual que los dientes naturales, las prótesis dentales requieren de un cuidado constante tanto en el uso como en la limpieza para asegurar que duren el mayor tiempo posible. Aunque no son indestructibles, tienen una duración prolongada si se cuidan siguiendo las recomendaciones de los especialistas.
- Pueden ser rechazadas por el cuerpo. No existen evidencias de que el cuerpo pueda rechazar una prótesis dental, ya que los componentes de los que están hechas son biocompatibles, para evitar alergias y otros problemas.
- Son incómodas. Como cualquier tratamiento bucodental, las prótesis dentales pueden resultar algo molestas durante los primeros días, ya que el paciente nota una sensación extraña en la boca. Una vez acostumbrados a ella si están correctamente ancladas a la boca no tienen por qué ser incómodas.
Si necesitas una prótesis dental o tienes dudas de cuál sería el tratamiento más adecuado para ti visita a un especialista que te asesorará sobre el procedimiento a seguir para solucionar tu problema bucodental en función de tus necesidades personales.